Think outside the box: cómo cambiar tu estructura mental en el trabajo

Think outside the box: cómo cambiar tu estructura mental en el trabajo

Cuando pareciera que ya no hay nada nuevo bajo el sol, que no hay otras formas para realizar cierta tarea o cuando hay que reinventar aquello que todavía funciona, pero necesita un impulso lo que toca es ir más allá de los límites, hacer un cambio de paradigma: pensar fuera de la caja.

Ya sea que trabajes en una empresa abierta a nuevas ideas o que estés dentro de una compañía en donde todo funciona bajo estrictas reglas y normas, en algún momento puedes toparte con la necesidad de romper la inercia para cambiar a una organización inflexible o darle nuevos bríos a una empresa creativa pero que necesita romper una y otra vez sus límites para mantenerse a la vanguardia.

THINKING OUTSIDE THE BOX

Incluso cuando una empresa es creativa e innovadora, es posible llegar a un punto en que podemos estar buscando soluciones o preparando proyectos siempre bajo los mismos parámetros.

Cuando decimos “pensar fuera de la caja” hablamos ir más allá de los parámetros convencionales para generar ideas y encontrar soluciones. Pensar de manera no convencional, desde una perspectiva fuera de los límites preestablecidos.

El pensamiento creativo nos permite reconocer que más allá de las creencias preconcebidas sobre cierta situación podemos encontrar soluciones novedosas si tan solo brincamos los límites impuestos por el paradigma actual.

Ya sea que seas dueño de una empresa o parte de sus colaboradores, para mantenerse vigente es fundamental impulsar nuevas ideas. Soluciones creativas a los problemas de siempre.

SUENA FÁCIL Y DIVERTIDO, ¿PERO LO ES?

Los cambios siempre generan resistencia. Algunas personas son más receptivas que otras para adaptarse a un ambiente cambiante, pero la realidad es que cuando quieres introducir nuevas formas de trabajar, siempre encontrarás alguien que diga “no”. Porque “más vale malo por conocido, que bueno por conocer”. Porque “no hay que arreglar lo que no está roto”. O simplemente, porque “los cambios siempre son malos” y “prefiero quedarme con lo que sé que funciona”.

Pero apegarse a una rutina estricta puede adormecer el cerebro, ya que comienzas a trabajar en automático, sin darte la oportunidad de ir más allá. Y ahí es donde se te escapan las innovaciones y te olvidas de la creatividad… y en ese lapso, pueden irse las oportunidades y los clientes.

El cambio de parámetros no se logra de un día para otro. Llevará tiempo, trabajo y adaptación. Pero en algún momento hay que comenzar y estas ideas pueden ayudarte:

SÉ CURIOSO: PREGUNTA

Investiga, pregunta, experimenta. No encontrarás soluciones nuevas si asumes que ya lo sabes todo sobre determinada situación. Escucha a quienes están inmersos en ella.

NO PIENSES EN EL “PERO”

Cuando busques soluciones, no permitas que te detengan las limitaciones técnicas o procedimientos de la empresa. Si para resolver una situación debes enfrentarte a otro problema, búscale solución hasta que esa idea sea factible.

DESAFÍATE, SIEMPRE

Cuando pienses que un problema no tiene solución, detente de inmediato y refrasea: este problema no puede solucionarse dentro de esta caja, ¿pero qué tal si lo sacamos de ahí? Cuando sales de los límites, encontrarás nuevas perspectivas desde las cuáles abordar el problema.

VUELA… Y ATERRIZA

Sí, de lo que se trata es de proponer nuevas formas de abordar el asunto, pero esas ideas deben tener un valor, un beneficio. No se trata de proponer algo “radical” si no de ofrecer respuestas, soluciones viables.

NO TEMAS A LO NUEVO

Para innovar es importante salir de la rutina. Visitar nuevos lugares, conocer otras personas, probar actividades diferentes. Para nutrir tu mente (y generar ideas diferentes) es importante ampliar tu visión del mundo: puedes encontrar la inspiración en lugares inesperados.

DESCANSA Y DIVIÉRTETE

No todo en la vida es trabajo. Dedicar tiempo a un hobbie, hacer ejercicio, ver a tu familia y a tus amigos te ayudará a despejar tu mente y poder abordar los problemas desde otra perspectiva.

Aprender a “pensar fuera de la caja” necesita de aceptación, adaptación y persistencia. Pero cuando traspasas los límites impuestos por ti mismo o por una empresa, generarás un cambio positivo en tu entorno y notarás los resultados en la relación con tus clientes.

1300 1000 Isabel Lozano

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