Vayamos al grano: emprender un negocio no es tarea fácil y es muy común que nos perdamos en el camino:
Muchas veces no salimos del planteamiento inicial porque los temores nos atacan y no sabemos si seremos capaces de desarrollar esa idea brillante que conceptualizamos.
¿Pero cómo pasar de la idea a la realidad? ¿Emprender es sólo para cierto tipo de gente con una determinada mentalidad? ¿Tendré los conocimientos y recursos suficientes para sacar adelante mi negocio?
Todo este tipo de preguntas bombardean nuestra mente cuando queremos emprender, pero ya sea el miedo a no lograrlo o la comodidad que nos brinda trabajar para otros nos mantiene estáticos o caminando en círculo tratando de cristalizar una idea que no terminamos por aterrizar.
1. ATERRIZA TU IDEA.
OK, quieres tener tu propio negocio, pero ¿sabes exactamente qué es lo que vas a ofrecer a tus clientes, qué necesidades quieres cubrir? Las respuestas a estas preguntas seguramente han estado revoloteando por tu cabeza durante meses, pero es importante que lo pongas por escrito, pues esto te dará mayor claridad sobre el tipo de negocio que quieres emprender, lo que puedes ofrecer y lo que necesitas para lograrlo.
Como primer paso, te aconsejo que respondas preguntas como estas:
a) ¿En qué consiste tu proyecto?
b) ¿Para qué lo haces, cuál es tu propósito?
c) ¿A quién va dirigido?
d) ¿En qué consiste o cómo es?
e) ¿Cuándo es?
f) ¿Qué quieres lograr con este proyecto?
Responde honestamente a estas preguntas, que son para tu consumo interno, pues te ayudarán tener mayor claridad sobre lo que quieres lograr al emprender un negocio y te ayudará a tener objetivos realistas y alcanzables.
2. CONOCE EL MERCADO Y LA COMPETENCIA
Ahora toca que hagas un análisis de la oferta que hay en el mercado.
Sin importar el giro de tu negocio, debes hacer un estudio sobre las opciones que existen actualmente en el mercado; si es un giro saturado, debes ser consciente de que necesitas encontrar un nicho que te haga competitivo, de lo contrario, tu negocio entrará a competir con un montón de empresas que hacen lo mismo y que tienen mayor experiencia.
Así qué debes conocer las necesidades de tu posible clientela, detectar cuáles no están siendo cubiertas por la oferta actual y determinar de qué manera tu producto o servicio puede destacarse, encontrar ese plus que haga que los clientes te den una oportunidad a ti en lugar de a tus competidores.
Y ya que hablamos de la competencia, te toca analizar cuáles son sus fortalezas y debilidades. Sé honesto, realmente honesto, al observarlos porque sin importar qué tan bueno sea tu producto, deberás pelear por un lugar en el mercado con gente que ya tiene un tiempo ahí. Es muy importante que no subestimes su capacidad y presencia.
3. TRANSFORMA LA IDEA EN UN NEGOCIO
Lo que sigue es armar tu plan de negocios: pon por escrito qué es tu empresa, cuáles son sus objetivos, qué necesidades cubrirá y sobre todo, la manera en que funcionará.
Para armar tu plan de negocios, puedes empezar respondiendo a estas preguntas:
Qué es: incluye el nombre de tu empresa; misión, visión, valores.
Contexto: explica cuáles son las fortalezas y debilidades de tu negocio; explica qué necesidad busca satisfacer con el producto o servicio que ofreces; cómo es tu competencia, qué ofrecen y cuáles son sus fortalezas y debilidades. Quiénes son tus clientes potenciales,
Estructura: Aquí debes responder qué necesitas para ofrecer tu producto o servicio, cuánto cuesta, de dónde lo obtienes, quiénes son tus proveedores, qué infraestructura física necesitas, cuántos empleados son necesarios para operar y qué sueldos les vas ofrecer; cómo vas a llegar a tu cliente.
Finanzas: Un punto básico que muchas veces pasamos por alto pero al que hay que ponerle atención mayúscula, pues de ello depende la viabilidad de tu negocio: cuál es la inversión que necesitas para iniciar operaciones, cuáles son tus gastos, cuáles son los ingresos que proyectas. Conociendo esto, podrás hacer cálculos reales sobre si el negocio que pretendes iniciar te generará ganancias atractivas.
4. APRENDE. NUNCA DEJES DE APRENDER
La capacitación constante es un aspecto importante para todos, especialmente cuando quieres tener tu propia empresa.
Tenemos que empezar por reconocer que no somos todólogos y que dentro de la operación normal de una empresa, habrá aspectos con los que tú no estés familiarizado, por ejemplo, la administración.
Por eso es muy importante que busques cursos para emprendedores que te enseñarán administrar tu negocio de manera más eficiente, de modo que tengas mayores posibilidades de éxito.
Y por supuesto, actualizarte constantemente en tu área de expertise. La tecnología avanza siempre más rápido que nosotros así que es importante mantenerte al tanto de lo nuevo, buscando opciones para hacer más eficiente tu negocio y de este modo poder responder de la mejor manera a tus clientes.
Finalmente te comparto estos Consejos para dejar de procrastinar y avanzar en tus proyectos, una lectura que estoy segura te será de interés, pues la procrastinación, uno de los grandes males de nuestros tiempos, muchas veces es lo que nos impide convertir nuestra idea en un negocio.