Hay ocurrencias que se convierten en genialidades, momentos de creatividad que se traducen en piedras angulares durante la construcción de la identidad de una marca. Son esos “chispazos” repentinos, inesperados los que muchas veces están detrás de productos e historias exitosas.
Puede que te parezcan algo familiares o quizá nunca las habías visto, pero las icónicas suelas rojas que caracterizan el calzado de Christian Loboutin, surgieron gracias a una asistente y su manicure… ¡Nunca sabes de quién o dónde te puede llegar de golpe una idea que revolucione tu marca! Sucedió mientras el diseñador trabajaba en un prototipo inspirado en la obra “Flowers”, de Andy Warhol, y una empleada se entretenía arreglándose las uñas. El zapato recién creado le parecía muy aburrido a Louboutin y “tomó prestado” el esmalte rojo que usaba su ayudante, con él pintó la suela y así revolucionó el mundo de la moda.
Esas suelas rojas que han provocado incluso pleitos judiciales de Louboutin con Zara, Yves Saint Laurent o Van Haren se han convertido en un distintivo aspiracional, en un objeto de deseo, pero ¿cómo se logra eso?
El mismo diseñador -quien vende al año más de 500 mil pares de su nada barato calzado- ha reconocido que la mayoría de sus modelos no son cómodos, una característica que muchas personas buscan al comprar zapatos. Admite que los tacones altos son un placer doloroso, no es fácil caminar sobre un tacón de aguja de hasta 16 centímetros de altura -sí, él posee el récord- y pese a ello, mujeres como Victoria Beckham, Nicole Kidman, Madonna, Kate Moss, Angelina Jolie, Sarah Jessica Parker y Beyoncé, entre muchas otras los tienen como un “must” en sus clósets, ¿por qué?
Conoce tu mercado ¡y vencerás!
Uno de los grandes aciertos en mercadotecnia es no solo vender un producto, sino una experiencia. En el caso de los Louboutin, no se trata únicamente de status, también de empoderamiento de la mujer, de placer, de realización de sueños, de libertad, de ilusión y deseo, es decir: no compran solo unos “stilettos”, sino todos aquellos significados que esos zapatos representan.
El diseñador ha dicho que las mujeres se niegan a renunciar a los tacones de vértigo, cree que para ellas el caminar lento es una forma de libertad (¡un tanto tortuosa!), que el ser femeninas les permite demostrar, entre otras cosas, su libre albedrío y que sus diseños están pensados en gustos variados, porque no todas las mujeres son iguales.
¿De qué nos habla eso? No solo se trata de lanzar un producto, de pensar en las ganancias, sino de planear una buena estrategia de branding, de contar historias, de generar experiencias y sobre todo, de tomar en cuenta lo que realmente piensan, buscan y anhelan las mujeres que conforman el nicho de mercado al que se dirige Louboutin.
¿Y cómo es que Louboutin logró ser reconocido a nivel mundial? Claro, hay toda una estrategia de mercadotecnia detrás, pero en su primer “lanzamiento al estrellato” también hubo algo de casualidad: un periodista acudió a la tienda que no hacía mucho había inaugurado el diseñador francés y entre las compradoras presentes al momento de la entrevista estaba Carolina de Mónaco, hecho que fue reseñado en el texto periodístico y ello bastó para atraer más clientela.
Cuándo se gesta una idea en tu mente
Aún siendo un niño, Christian Louboutin fue a una exposición en el Palais de la Port Dorée en París, donde le llamó la atención un dibujo de un “stiletto” tachado para indicar que los tacones de aguja estaban prohibidos en ese recinto porque dañarían el piso de madera. El diseñador comenzó a dibujar una y otra vez ese anuncio que le cambió la vida y este 2020, en ese mismo palacio se exhibe una colección de las icónicas creaciones de Louboutin.
Posicionar una marca requiere gran esfuerzo, demasiado trabajo, talento y creatividad, pero es importante contar historias, ofrecer experiencias y sobre todo, siempre estar abiertos a nuevas ideas, a momentos inspiradores, nunca se sabe cuándo un cartel prohibitivo o un esmalte de uñas podrían cambiarte la vida.
“NO HAY ZAPATOS DE TACÓN CON 12 CENTÍMETROS QUE SEAN CÓMODOS, PERO LA GENTE NO VIENE A MI TIENDA A BUSCAR UN PAR DE PANTUFLAS. NO QUIERO QUE CUANDO SE MIDAN MIS ZAPATOS SE DIGA: ‘SE VEN MUY CÓMODOS’. LO IMPORTANTE PARA MÍ ES QUE SE DIGA: ‘ES HERMOSO, ME ENCANTA’”.