Separar tus finanzas personales y empresariales puede ayudarte a garantizar el crecimiento de tu negocio al tiempo que proteges tu estabilidad económica personal.
Tener tu propia empresa puede ser una experiencia increíblemente gratificante, que -sin embargo- viene acompañada de ciertos retos, especialmente cuando se trata de la administración financiera.
Es probable que hayas estado manejando tus finanzas personales durante años, por lo que puede ser tentador aplicar los mismos principios cuando de tu negocio se trata; sin embargo, esta no es la mejor solución a largo plazo.
¿Por qué es importante separar tus finanzas?
Mantener separadas tus finanzas personales y empresariales tiene muchos beneficios, empezando por el manejo fiscal y la protección personal.
Al tener una cuenta bancaria empresarial podrás hacer un seguimiento más sencillo de cosas esenciales como los gastos de la oficina, las compras operativas y de inventario, así como de los pagos que recibes y las ventas que realizas. De esta manera, cuando llegue el momento de declarar impuestos, tendrás una recopilación completa de información exclusivamente comercial, lo cual te ahorrará mucho tiempo y te evitará días de estrés.
La separación también es fundamental para tu seguridad personal, pues utilizar tus finanzas personales para respaldar a tu negocio puede ser una apuesta muy arriesgada, ya que puedes llegar a perder tu patrimonio y el de tu familia. Es posible que, al inicio, cuando tu empresa no tiene un historial crediticio, tengas que recurrir a las garantías personales, pero tu objetivo debe ser evitarlo tanto como sea posible. Para eso es fundamental crear un sólido historial de crédito empresarial.
Por el otro lado, si cargas a la cuenta de tu empresa tus gastos personales, estarás restándole operatividad, no podrás reinvertir y disminuirás las ganancias que el negocio necesita para trabajar de manera sustentable. Además, corres el riesgo de tener que utilizar tu propio dinero para solventar los problemas que creaste.
Tips para separar tus finanzas personales de las de tu empresa
Estos son algunos consejos que puedes aplicar para implementar la división entre tus finanzas personales y las de tu negocio:
- Al tomar la decisión de emprender, una de las primeras cosas que debes hacer es tener una cuenta bancaria dedicada a tu negocio. Si tu empresa está constituida como una persona moral, podrás crear una cuenta empresarial en el banco de tu preferencia; si eres persona física, lo más recomendable es que abras una cuenta que utilizarás exclusivamente para tu negocio, manteniendo tus gastos personales por completo fuera.
- Si eres persona moral, también es una buena idea solicitar una tarjeta de crédito empresarial, pues esto te ayudará a crear un historial crediticio para tu negocio. Además, podrás evitar el uso de tarjetas personales para fines comerciales.
- Si obtienes un crédito empresarial, utilízalo exclusivamente en tu negocio, no cometas el error de gastarlo en asuntos personales como remodelar tu casa o pagar las vacaciones de tu familia.
- Crea un plan financiero para tu negocio que incluya la inversión necesaria para el proyecto, las fuentes de financiamiento, los ingresos y egresos previstos y las ganancias y pérdidas proyectadas.
- Establecer un presupuesto (y cumplirlo) es otro paso que puede ayudarte a mantener las cosas bajo control, pues te ayudará a evitar que recurras a tus cuentas personales para solventar gastos de la empresa. Por supuesto, pueden ocurrir emergencias; sin embargo, definir bien el presupuesto reduce el riesgo de incurrir en gastos innecesarios que te obliguen a recurrir a tu patrimonio personal.
- Un punto de importancia capital para mantener la salud de tus finanzas personales es asignarte un sueldo, pues podrás planear tu presupuesto de acuerdo a la cantidad que ganarás como si fueras un empleado más de tu empresa. Este sueldo debe ser acorde a lo que se le pagaría a otra persona por hacer el trabajo que tú realizas.
- No cometas el error de creer que todo el dinero que tu empresa genera son ganancias para ti, pues debe utilizarse para pagar deudas, cubrir gastos y reinvertir.
Suena redundante, lo sé, pero lo diré una última vez: es fundamental separar los ingresos y gastos personales de los de tu empresa, de esta manera evitarás afectar a tu negocio si tu situación económica familiar está mal y viceversa.
Aunque no siempre se pueden evitar las situaciones que nos lleven a recurrir a nuestras finanzas personales para desarrollar tu proyecto empresarial, las estrategias anteriores pueden ayudarte a separar tus finanzas, protegiéndote del riesgo de mezclar tus fondos comerciales y personales.