Por lo general, las personas vemos al éxito como algo positivo y por consiguiente al fracaso como negativo. Sin embargo, el fracaso no es algo malo si logramos aprender ciertas lecciones y evolucionar a partir de nuestros errores.
Rara vez en el mundo empresarial hay éxito sin fracaso. Si consideramos que en los negocios el fracaso es algo muy común (ocho de cada 10 pequeñas empresas no logran el éxito esperado), es fundamental que como emprendedor sepas cómo lidiar con los proyectos fallidos para comprender los errores y tomar en cuenta en tu próximo proyecto las lecciones aprendidas.
Cuando hablamos de fracaso en los negocios automáticamente pensamos en una empresa que cierra al no poder obtener ganancias de manera constante. Sin embargo, para las organizaciones el fracaso puede tener muchas caras: desde no concretar una gran venta o no lograr los resultados esperados de una campaña publicitaria hasta no poder contratar o retener personal capacitado.
¿Cómo aprender de los errores?
Todos experimentamos el fracaso en algún momento de nuestras vidas, eso no significa que pasar ese trago amargo sea sencillo. No lograr tu objetivo puede hacer que te sientas desmotivado y que incluso creas que no deberías seguir con la idea de tener tu propio negocio. Sin embargo, puedes aprender a ver esa situación tan complicada de otra manera: si fallas, aprenderás de ello. Los errores te enseñan lecciones únicas e importantes.
La clave para superar esos obstáculos comienza con aprender de tus errores, así que cuando te enfrentes a complicaciones es importante tomarte un tiempo para analizar lo que sucedió y determinar si el problema se derivó de algo que tú hiciste o si fue resultado de cuestiones externas. Piensa profundamente en la situación: ¿Pudiste hacer algo diferente para evitar el colapso? No tengas miedo de rendir cuentas cuando seas responsable de los malos resultados.
Otra de las maneras de aprender de tus fracasos es aceptar el cambio. Muchas personas odian el cambio, sin embargo, cuando fallas, a veces es necesario hacer modificaciones drásticas y empezar de nuevo. Al aceptar el cambio después de un fracaso, estás fomentando un crecimiento y desarrollo saludable.
Aprender del fracaso es importante porque:
- Fomenta la creatividad al incentivarte a buscar otros caminos y métodos para tu próximo proyecto. Te obligará a encontrar otras perspectivas que desafíen tus suposiciones.
- Al analizar tus errores, podrás usar esos datos para tomar decisiones más informadas en lugar de hacer conjeturas.
- Aprenderás qué debes hacer mejor la próxima vez. Si puedes identificar los pasos que te llevaron al fracaso y por qué tuvieron esos resultados, puedes desarrollar una estrategia que evite todo aquello que salió mal anteriormente.
- Aunque es un proceso doloroso, con el tiempo, el fracaso puede generar resistencia que te dará más valentía para tomar nuevos riesgos e intentarlo otra vez.
- Te muestra en qué integrantes de tu equipo puedes confiar para desarrollar nuevos proyectos.
- Te ayuda a desarrollar la confianza en ti mismo si sabes descartar las críticas no constructivas que aparecen tras un fracaso.
Los fracasos de cualquier tipo no es lo que nos detiene, el verdadero obstáculo es la manera en que cada persona maneja una situación adversa. Por esta razón es importante aprender a lidiar con las fallas para aprender de ellas y actuar de manera más eficiente en nuestro siguiente proyecto.
Fallar una, dos o incluso decenas de veces no significa que no hay nada más por hacer, significa que estás un paso más cerca del éxito. A medida que cometes errores y los entiendes, aprenderás valiosas lecciones de vida que te ayudarán a alcanzar tus objetivos.